La Guarida del Zorro

viernes, 29 de julio de 2011

High Voltage Festival 2011 en Victoria Park, Londres - Domingo 24 de Julio

Segundo día. Tercero si contábamos el día de viaje. Lo importante era que ya no teníamos que estar en Victoria Park a las 11 para recoger las pulseras de entrada, ya que las habíamos cogido el día anterior, y teníamos una hora más para dormir después del increíble concierto de Judas Priest la noche anterior.

Yo creía que ir a Londres y no tomar un desayuno inglés algún día era algo inaceptable, así que bajamos del hotel para comer, cosa de la que después de arrepentiría porque no me sentó muy bien. Al final entre pitos y flautas llegamos media hora más tarde respecto a la apertura de puertas, cosa que fue fenomenal, porque nos saltamos toda la cola inicial y además llegamos a tiempo para hacer un par de compras más y ver a la primera banda, Pallas, en el Prog Stage.
Pallas son de aquellas bandas que hacen buena música, suenan bien en directo, sacan buenos discos pero que llevan desde los 80 en unas eternas medias tintas porque parece que nunca vayan a conseguir ese empujoncito que les falta para llegar a estar entre los grandes. Buen concierto de los escoceses en general, con grandes temas como ese "Monster" coreado por el público bajo un sol achicharrante. Entonces echaba yo de menos un día nublado como el anterior.


Tocaba ir hacia el escenario principal, no sin antes tomar un trago porque aquella calor era insoportable. Después de agenciarnos algo de bebida y sentarnos a la sombra de los árboles del parque (se agradecían mucho) fuimos a ver a otra de las bandas para la que tenía grandes expectaciones, Saint Jude, una banda de hard rock muy joven liderada por una flamante cantante (con la que me hice una foto más tarde) que podría ser la reencarnación de Janis Joplin. Un auténtico diablo a las voces liderando un gran conjunto de rock divertido y ameno del estilo de The Black Crowes. Cayeron temas de su único y magnífico disco "Diary of a Soul Friend", destacando "Soul on Fire", "Little Queen" y "Southern Belles", con la que cerraron su show. Una pena que el bombo estuviese demasiado alto y tapase al resto de la banda (menos la voz), por eso no acabaron de sonar del todo bien, pero pese a todo fue un buen concierto.


Como ya estábamos por allí nos quedamos a esperar la salida de Michael Schenker, que venía presentando su nuevo disco "Temple of Rock", que saldrá en Septiembre y traerá muchas colaboraciones de grandes músicos del hard rock. La banda que traía de base estaba compuesta por Herman Rarebell (miembro clásico de Scorpions) a la batería, Wayne Findlay (Thin Lizzy, Uli Jon Roth) a la guitarra rítmica y teclado, Elliott Rubinson (dueño de la casa de guitarras Dean) al bajo y Michael Voss (Bonfire, Pretty Maids, Stryper) a la voz y guitarra. La banda tocó temas del nuevo disco como "Before the Devil Knows You're Dead" y antiguos clásicos de Schenker como "Into the Arena" y "Armed and Ready", pero además cayeron clásicos de las bandas donde ha estado Michael: Scorpions y UFO, con numerosos artistas invitados en lo que fue una especie de fiesta de reunión musical.



Para comenzar, su hermano y mítico guitarrista de Scorpions, Rudolf Schenker salió a tocar otro tema nuevo, "Hangin' On" y la inmortal "Rock You Like a Hurricane", mientras que el bajista clásico de UFO, Pete Way, interpretó con ellos "Rock Bottom". Apareció Doogie White (Rainbow, Yngwie Malmsteen) para el tema del nuevo disco mencionado anteriormente, y también salió a escena en el gran cierre con "Doctor, Doctor", donde pudimos ver a todos los anteriormente mencionados más Jeff Scott Soto, un total de 9 artistas reconocidos mundialmente (3 cantantes, 3 guitarristas, 2 bajistas y 1 batería) unidos para los allí presentes. Los pelos de punta.



Una vez más regresé al escenario de progressive, no sin antes comprar algo para comer, esta vez para ver a Mostly Autumn, banda de rock sinfónico de los 90 fuertemente influenciada por el prog sinfónico de los 70. Antiguamente estaba liderada por Heather Findlay (Ayreon), pero ahora la frontwoman de la banda es Olivia Sparnenn, una bella cantante británica que quizá no sea tan increíble como Heather, pero cubre su plaza con mucha suficiencia. El show de la banda me gustó bastante, sobretodo destacar el temazo "Evergreen" y el gran final con "Heroes Never Die", una de las mejores canciones de la banda con solo de flauta por parte de Anne-Marie Helder, que para los que no la conozcan también tiene una carrera en solitario como cantautora.


Tocaba coger un buen sitio para uno de los platos fuertes del día, Spock's Beard. Conseguí un buen sitio en primera fila junto a la valla, en el lado de Alan Morse, y sólo faltaba esperar. Precisamente en ese periodo de espera fue cuando me encontré a la banda de Neal Morse, que se sentaron justo delante mío al otro lado de la valla, eso me hizo pensar que probablemente los rumores de reunión eran ciertos...


Ya de por sí el concierto por él solo era singular. Tocaban sin Nick D'Virgilio, sustituido por el gran vocalista de Enchant, Ted Leonard, que hizo un trabajo excepcional. Abrieron con el temazo de su disco homónimo "On a Perfect Day", para seguir con "The Doorway", fuertemente cantada por el público, así como "Emperor's Clothes", gran tema de su último disco "X". Yo me encontraba casi en trance, menudo espectáculo, sobretodo los grandes solos de Ryo al teclado y Alan a la guitarra, pero por si no fuera suficiente nos remataron con la tremenda y legendaria suite "The Light", de 16 minutos, en la que a partir de la fase VII (The Return of the Catfish Man) presenciamos un momento histórico, donde el miembro fundador y antiguo alma mater de la banda, Neal Morse, se subió al escenario para acabar de interpretar ese tema insignia de la primera etapa de la banda. Se quedó en el escenario tras una ovación monstruosa y interpretaron "June", otro clásico de la agrupación, esta vez cantado por el público a fragmentos.


Todo esto había sido grabado en un CD que yo había pre-comprado, así que al acabar el show salí pitando hacia el tenderete de CD's para canjear el vale por la grabación ya en formato digipack y correr para ver Black Country Communion. Pero no fue todo tan rápido, puesto que al llegar a la tienda me encontré con que la mismísima banda estaba llegando, así que no perdí el tiempo y me firmaron el disco, me hice una foto con ellos (lástima que Nick no hubiese podido tocar y que Ryo no estuviese con el resto de la banda después del show) y, entonces sí, corrí como alma que lleva el diablo para ver los últimos temas de BCC.


La sensación que tuve en directo del que actualmente creo que es el mejor súper-grupo fue realmente grata, mucha potencia, carisma y estupenda relación con el público ante todo. Sólo pude escuchar "The Ballad of John Henry" (tema de Bonamassa en solitario) y el mítico "Burn" de Deep Purple, con el que cerraron el concierto, pero después de ver hasta gente llorando de la emoción y la fascinación el público, me di cuenta que había sido para muchos la mejor banda del festival. Pese a todo no me arrepiento de haber llegado tan tarde, de otro modo no habría visto los últimos temas de Spock's con Neal Morse ni me habrían firmado el disco. No se puede tener todo, ya los veré cuando vengan a Barcelona.

De nuevo, otra dura decisión vino a mi en ese momento, muy similar a la del día anterior. ¿Debía ir a ver 30 minutos de Jethro Tull o coger un buen sitio para Dream Theater? Pensando esto me hallaba cuando me di cuenta que ya estaba en quinta fila y aquello se estaba llenando, por lo tanto no había marcha atrás. Una pena porque tenía muchas ganas de ver a los chicos de Ian Anderson, e incluso me lamenté cuando oí que en el bis salió Joe Bonamassa a tocar "Locomotive Breath" con ellos. Una pena, pero una vez más, no se puede tener todo. En lugar de ver a Jethro pude ver a una de mis bandas favoritas de muy cerca y además salí en la pantalla 5 segundos por mi ingenio al levantar mi sudadera del Systematic Chaos mientras tocaban "Forsaken". ¿Quizá estoy adelantado acontecimientos ya?
La intro "Dream is Collapsing" (nunca un título de intro encajó con el nombre de la banda tan bien) de Hans Zimmer sirvió para que Mike Mangini se situase en su nuevo y privilegiado lugar, con su ovación correspondiente, antes de que la banda arrancase con el mítico "Under a Glass Moon".


Prosiguieron con dos temas más modernos y comerciales para meterse en el bolsillo a los oídos menos acostumbrados al metal progresivo ("These Walls" y "Forsaken") y se lanzaron con un aplastante "Endless Sacrifice" de esa bola de metal que es su disco Train of Thought.
Parece que los de Nueva York habían aprendido del concierto de Judas Priest del día anterior y dedicaron su set de 2 horas a tocar una canción de cada álbum, una más de sus dos mejores discos (Images & Words y Scenes from a Memory). Para acabar de integrar a Mangini en la banda pudimos disfrutar de un solo de batería de unos 5 minutos en el que el público cayó rendido a sus pies. Empalmaron con la instrumental "The Ytse Jam" y la power ballad "Peruvian Skies", que hizo cantar a pleno pulmón a todos en su primera parte y saltar con los grandes riffs de la segunda.


Con los últimos fades de "Peruvian Skies", Jordan Rudess comenzó a imitar la intro de "The Great Debate" con su teclado, una pequeña porción del monstruoso concierto que nos brindó el que probablemente sea uno de los mejores teclistas del mundo. La canción prosiguió con normalidad, y fue seguida de un tema del nuevo disco que ya todos conocíamos, "On the Backs of Angels". Tras este adelanto de lo nuevo de la banda volvimos a los primeros años de esta con una "Caught in a Web" recibida con pasión por la mayoría del público, pero es que a partir de ahí se les fue la cosa de las manos.


LaBrie pidió ayuda para comenzar una cadena de canciones que habría acabado con el más pintado, primero con una "Through My Words" cantada totalmente por el respetable (la piel de gallina, os lo aseguro), enlazada con "Fatal Tragedy" y un final de set espectacular con una "The Count of Tuscany" con James pidiéndonos los "I!" y en cuyo final las primeras filas nos fundimos en uno sólo cogiéndonos de los hombros. Una experiencia extrasensorial, no sólo por los 3 temazos en cadena sin descanso, sino por ese emotivo final de la gran suite de 19 minutos de su penúltimo disco, un pedacito de cielo para los que estábamos allí. Asombroso.



Pero, ¿os pensabais que aquello había acabado? Muy equivocados estarían pues a los pocos minutos de retirarse del escenario comenzó a sonar ese mítico inicio de "Learning to Live", ¡con F# incluido! Aprovecho este punto para remarcar el fantástico trabajo de James durante todo el concierto, los tiempos en los que sonaba muy nasal y molesto han acabado, nos brindó un show magnífico, su voz vuelve a estar en plena forma... todo sonríe para Dream Theater hoy en día: un flamante nuevo disco que promete mucho, un batería nuevo que ha renovado la banda y ha enamorado a los fans, una voz maravillosa de vuelta... y Rudess, Myung y Petrucci como siempre fuera de serie. Los tiempos dorados han vuelto para los chicos de Berklee, una vez acaben esta gira de presentación para Mangini se embarcarán con sus nuevos temas, supongo que con los setlists rotando de nuevo y con una afición apasionada de nuevo. Cuento los días para volver a verlos.

Sin duda, el perfecto broche final a un festival de bandera. Ahora toca esperar a ver cómo se presentan las cosas el año que viene. Espero volver...

Lee la crónica del sábado

2 comentarios:

Maldito seas Steve, que envidia!!! jejeje... Genial crónica, como siempre... y sí, ya sé lo que es vivir "The Count of Tuscany" en directo, y me has dejado con tremendas ganas de ir a verlos en cuantico pasen por aquí... bueno, de momento tenemos Symphony X, Opeth y Pain of Salvation que van a ser la leche. Y a ver cuándo nos pasamos por Tallers!!!

Felicidades por la crónica. Yo también estuve allí y cuando la leía me hacía volver allí.

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