Déjate de películas de ciencias ficción. Si quieres vivir en primera persona la brutal rebelión de las máquinas contra los hombres escucha este disco. Pese a que las canciones no siguen una historia principal, todas tienen un hilo conductor, que es esta temática roboticoapocalítpica. Alejados ya de sus originales temáticas centradas en la mitología clásica, nos encontramos con un disco en plena madurez de la banda que hasta ahora era relativamente joven, demostrando todo lo aprendido en sus 15 años de carrera.
Un sonido más que impecable, una base musical técnicamente perfecta ejecutada por algunos de los instrumentistas más dotados de la escena metálica. Y es que no sólo el disco habla sobre máquinas y tiene un sonido muy mecanizado, sino que además los músicos que hay detrás de estos temas los ejectuan como auténticas máquinas. Arrolladoras suenan "Iconoclast", "Bastards of the Machine" o "Heretic", mostrando su técnico power metal progresivo aderezado con pequeños ritmos thrashers más acentuados que en los discos anteriores. La voz de sir Russell Allen suena impecable en todos los temas, pero brilla especialmente en la bellísima balada "When All is Lost", sin duda el highlit del disco donde vemos esa destreza que tiene esta banda para contrastar temas brutales con pequeños trozos de cielo brindados por esta maravillosa agrupación. Se ha convertido directamente en uno de los mejores discos de la banda junto a los ya legendarios "V: The New Mythology Suite", "Paradise Lost" y "The Divine Wings of Tragedy".
Highlights: Darkness Within, I Am Hell
1, 2 y 3. Tres discos redondos de un tirón llevan Machine Head sin dar señales de flaquear en ningún momento. Su fresca fusión de groove metal y pasajes thrashers lleva el metal moderno a un nuevo nivel y los declara como herederos directos de bandas como Pantera o Testament. Tanto "Through the Ashes of Empires", como este nuevo "Unto the Locust", sin olvidar el ya histórico "The Blackening", no tienen un sólo punto débil. Ni uno. Todo son temazos. La época oscura y los tremendos batacazos de "The Burning Red" y "Supercharger" ya han sido olvidados, y la banda ha aprendido de sus errores. Saben lo que se les da mejor, y lo saben aprovechar, llevan prácticamente 8 años en la cresta de la ola y siguen en la misma increíble forma. La voz de Flynn suena más acojonante que nunca, la batería de McClain es un auténtico terremoto y los solos de Demmel junto a Rob suenan simplemente acojonantes. Es realmente sencillo: es una banda donde abunda la química entre sus componentes. Se entienden rápidamente y se convierten en uno solo. Y igual que te arrancan la cabeza con "I Am Hell" como te arrancan las lágrimas con "Darkness Within" o te hacen dejarte la voz y la vida cantando el estribillo de "Who We Are". Emocionante. Si esta banda sigue esta estelar trayectoria que han adaptado podrán llegar a lo más alto.
Artista: Animals as Leaders
Highlights: Odessa, Isolated Incidents
Técnicamente impecables. Esa es la definición más apropiada para una banda como "Animals as Leaders". El virtuosismo de cada uno de sus 3 miembros es algo innegable con tan sólo oír una de las 12 canciones que conforman este disco. Temas cortos de 3 a 4 minutos plagados de solos, ritmos raros de cojones y solos astronómicos que te hacen plantearte qué demonios estás haciendo con tu instrumento.
Basados en el pilar del djent, la banda explora sonidos puntualmente a través de caminos tan variados como la electrónica, el ambient, o el rock acústico. Pequeños fragmentos de estos géneros envueltos por esta sólida capa de metal progresivo que conforma la tónica predominante de un disco que supone una continua travesía por mar abierto: puedes estar tan tranquilo escuchando un pasaje celestial de aguas calmadas cuando de repente la cosa comienza agitarse para después volver a la cama. O no. Nunca sabes por dónde van a seguir las canciones hasta que las has escuchado muchas veces. Y el factor sorpresa juega a favor de esta banda en una carrera por lo impredecible y lo tempestuoso. Como dato curioso, la banda no tiene bajista, son tan sólo un batería y dos guitarristas. Y menudo trabajo. De lo más recomendable de los últimos 12 meses. Si las palabras se pudieran traducir a discos, este sería "calidad".
Highlights: Mummified by Society, Spawn
Hacía tiempo que no escuchaba un álbum de debut tan extraordinario como este. Y para más mérito todavía, nacional. Una obra brutal de principio a fin, un muestrario de todos esos riffs, ritmos y solos que han ido recopilando esta banda catalana durante sus casi 4 años de vida, dejando un total de 11 temas (12 con intro) propios que están al nivel de la élite del thrash internacional y que son cada uno de ellos una auténtica joya.
Ganadores del concurso de bandas del que probablemente sea el mejor festival de metal del mundo (ni más ni menos que el Wacken Open Air), esta banda se ha hecho un hueco en prácticamente todas las discografías de los thrashers que se precien que se hayan puesto a su alcance. Un lingote dorado de la música española, algo que veíamos difícil se ha convertido en realidad. Una realidad que te patea el culo a ritmo de tu-pa tu-pa.
Quizá podría decir que lo que más me gusta de esta banda es el bestial trabajo vocal de Juli Baz. Podría decir que lo mejor es la maestría de Javi Carrión a las baquetas, o podría decir que la estrella del disco es el imbatible trío expende-riffs que son Busi, Marc y Requena. Definitivamente podría decir que en esta banda no flaquea nada, y que con temas como "Dead by the Fistful of Violence", "Mummified by Society", "Spawn" o "Holy Punishment" están destinados a gobernar el thrash europeo. Por que debería, y espero que sea así. Esta pequeña banda ya ha dado el primer paso para reinar. Y de seguir en esta extraordinaria forma, van a pasar de grupo revelación a nuevas estrellas de esta rápida y sucia música que llamamos thrash.
Highlights: It's For You, Time Changer
Segunda parte de la obra conceptual que narra la vida de nuestro cristiano favorito. Espera, ¿Jesús? ¿Quién es ese? ¡Habla de Neal Morse! Inmensamente superior que la primera entrega, incrementa tanto el listón del nivel compositivo como el emocional, y llega a la altura de los grandes álbumes de Neal como "Sola Scriptura" o "One". Si no lo has escuchado y no sabes si darle una oportunidad, es sencillo: si te gusta Transatlantic tienes muchos números de que te guste Morse en solitario. Básicamente el sonido es muy similar y las estructuras son realmente parecidas. La diferencia es que en solitario canta a Dios, canta sobre su fe y su experiencia religiosa. Algo que no creo que deba importar a nadie. Sobretodo si es un factor que incrementa el nivel sentimental del disco. Es un álbum a la vida, una oda a todo lo que significa para él, un camino entre sus recuerdos, una puerta abierta para que todos los fans nos adentremos en su mente y descubramos una historia de superación llena de esperanza. La música del disco está al servicio de la historia que nos cuenta, lleno de gamas de esperanza y luz, iluminada por un personal de lujo que incluye a Mike Portnoy (ex-Dream Theater, Liquid Tension Experiment) a la batería, Steve Morse (Deep Purple, Dixie Driegs) a la guitarra e incluso a los Spock's Beard originales reunidos para grabar un homenaje a esa maravillosa banda en "Time Changer". El disco se divide en dos CD's: el primero que contiene la suite "Testimony 2", de 78 minutos de duración dividida en 13 temas, y el segundo que contiene tan sólo tres temas, entre ellos otra suite esta vez de 26 minutos, llamada "Seeds of Gold". En definitiva un disco para escuchar y disfrutar ante todo, un carrusel de emociones incesante y unas orquestaciones de lujo. Porque al fin y al cabo, qué más da que un artista le cante a Dios, a Satán, a chicas en motocicleta o a la vecina de enfrente si todos podemos disfrutar su música igual.
Género: Progressive Metal
Highlights: Acquired Taste, Forced Entry
Hablar de
Leprous después de la publicación de este disco es hablar de probablemente la banda más en forma del metal progresivo hoy en día. Los ahijados de Ihashn publicaron con su anterior y segundo disco, "Tall Poppy Syndrome", un excelente álbum de prog metal. Recordaba a
Opeth, pero también dejaba un sabor algo más moderno. Sin embargo, "Bilateral" confirma una clara evolución más que acertada. No sé cómo lo consiguen, pero han logrado sonar claramente influenciados por el prog psicodélico de los 70 y a la vez sonar al metal progresivo actual con muchos puntos épicos emocionantes, que como bien dice nuestro amigo
Isam bien podrían pertenecer al power metal, y sumando las tres cosas podemos obtener la senda que este género debe seguir en estos momentos. Porque esta banda ahora mismo acaba de demostrar que esta fórmula funciona a las mil maravillas. Quizá este aspecto retro que encontramos esparcido por todo el álbum es la principal diferencia con su antecesor (encontramos menos elementos metálicos), y puede que esto sea lo que lo convierta en una auténtica obra maestra. Cabe destacar también la evolución vocal de Tor, usando muchísimo menos los guturales que en discos anteriores, y mostrando una cantidad de matices impresionante. Por no hablar de la calidad musical de los temas, la destreza a su instrumento de cada miembro de la banda, unas texturas melódicas inmensas... este disco tiene un millón de pros y de momento no he encontrado ninguna contra. Si siguen así van a ser una de las bandas más grandes de la historia del género.
Álbum: Grace for Drowning
Highlights: Raider II, Remainder the Black Dog
Todos de rodillas por favor. Estamos a punto de revisar uno de los mejores discos de prog en prácticamente 30 años. ¿Exagerado? Quizá un poco. Pero es un hecho el dato de que "Grace for Drowning" consigue revivir la esencia de aquellas obras maestras del prog de los 60/70. Admitámoslo, no va a volver a haber un "Red", un "Acquiring the Taste", o un "Fragile". Aún así hoy en estos tiempos, "Grace for Drowning" es lo que más se les acerca, y desde luego al menos yo estoy muy agradecido por ello. Este es uno de esos discos que sientes que están fuera de lugar, que pertenecen a otro momento histórico. Steven Wilson ha conseguido reunir la magia de los discos anteriormente mencionados y aderezarlos con un poquito de lo mejor que ha dado la música desde esa época. Pocos sonidos modernos se filtran en la composición de este álbum, pero es innegable que están presentes. Y precisamente es esa perfecta mezcla 90% añeja 10% moderna la que hacer de este disco una pieza imprescindible para cualquier amante del prog que se precie.
Grabado a la antigua usanza, recreando los métodos de una época donde no había metrónomos, editores por pistas que cortasen y pegasen ni pistas y pistas de arreglos sonoros. Una época donde lo que primaba era la música y no la opinión de los que la escuchasen, donde se apoyaban las ideas creativas. Una época donde la música rock todavía era un pequeño niño que jugueteaba con sus vecinos y sus padres: el jazz y el blues. Todo esto es "Grace for Drowning". Un ticket para volver a 1969 en cualquier momento.
Los temas, enormes todos y cada uno de ellos muestran ese aspecto de Wilson que no podemos ver en
Porcupine Tree. Un camino que esperamos que siga, porque realmente su anterior trabajo en solitario, "Insurgentes", no llegaba ni a una octava parte de lo grande que es este álbum. A destacar la colaboración con Jordan Rudess de
Dream Theater en "Deform to Form a Star", el gran tema por excelencia que es "Raider II", las desvariaciones de "Remainder the Black Dog" y las inquietantes melodías de "Sectarian".
Sin duda alguna, este ha sido mi disco del año.