Realmente no puedo decir que haya ido a muchos conciertos este año. La verdad es que, y más en tiempos de crisis (o de Crisix), si te dejas una buena pasta en un festival como el High Voltage londinense es normal que no se te quede el bolsillo para desparramar mucho. Así que como ya sabéis a los únicos conciertos (aparte del festival) que he ido de momento en 2011 han sido Helloween + Stratovarius y Johnny Winter.
Como buen egarense ante semejante cartel, mi deber era presentarme en la ya mítica Faktoria d'Arts (probablemente la mejor sala de Terrassa) para presenciar una buena sesión de blues rock del bueno.
Pero antes de comenzar con la trama, presentemos a los personajes principales para quien no los conozca. Eric Sardinas es un guitarrista de Florida que fue reconocido mundialmente por las alabanzas que le proporcionaba el maestro Steve Vai. Caracterizado principalmente por su uso del dobro y su peculiar estilo de blues/rock, tiene editados 5 discos de estudio, y esta vez venía presentando su último "Sticks & Stones". Personalmente me parece que desde que se alió con la Big Motor como banda la calidad de sus temas propios ha bajado un poco pero en contrapartida ha aumentado su calidad en directo. Cuestión de gustos, para mí sus mejores discos son "Treat me Right" (1999) y "Devil's Train" (2001).
Por el otro lado teníamos al guitarrista local José de la Rosa, cuyo nombre artístico es Johnny Mcuerdo. Ídolo en mi ciudad, poco conocido fuera de esta, es un guitarrista fuertemente influenciado por Stevie Ray Vaughan esencialmente (hasta en estética). Venía con Miki Santamaría, un joven bajista de alta calidad y Xavi Tomàs, un baterista de sesión.
Ahora sí, vamos a lo que sucedió en la noche de los hechos. El primero en subir al escenario, obviamente, fue Johnny, que se encargó de dejar pasmado al público durante 1 hora de repertorio. Este genial guitarrista local tiene temas propios, pero esta vez decidió impactar al público con grandes éxitos de mitos del blues rock. Así lo demostraron sus interpretaciones en directo de clásicos de Stevie Ray Vaughan como la endiablada Scuttle Buttin' o la profunda Texas Flood. No se olvidó tampoco de un poco de rock n' roll con Honey Bee, así como también cayeron varios temas del maestro Jimi Hendrix, entre ellos Little Wing y una medley que contenía fragmentos de Voodoo Child, Purple Haze y Third Stone From the Sun.
Grandes interpretaciones de aún más grandes temas, banda sólida y genial puesta en escena con el virtuosismo guitarrero como papel principal. ¿Qué más puedes pedir?
Era el turno de Eric Sardinas, que venía, como ya nos tiene acostumbrados, flanqueado por la incombustible Big Motor. Presentaban su nuevo trabajo de estudio, "Sticks & Stones", y el concierto era parte de una gigantesca gira por Europa. En cuanto a repertorio pudimos gozar de clásicos del de Florida como "Down to Whiskey", que fue cantada con una gran ayuda del público en el estribillo, y también presenciamos sus típicas interpretaciones "unplugged" donde se dedica a cantar sin micro y en acústico marcando el compás a golpe de zapato. Si hay algo más bluesy que baje John Lee Hooker y diga lo contrario.
También cayó algún que otro tema de Robert Johnson y, cómo no, unos cuantos del nuevo disco, destacando de este último la grande "Road to Ruin". Entre presentación y presentación de los miembros de la banda (lo hicieron como 3 o 4 veces, ¿realmente necesario tanto?) pudimos apreciar los dotes al bajo de esa bestia americana que llevan tras las cuatro cuerdas. ¡Un armario de persona que bien de lejos podría recordar a Zakk Wylde!
Eric nos recordaba de vez en cuando lo especial que es nuestra ciudad para él, ya que dice que tiene grandes recuerdos en ella. Supongo que es lo que se dice en todos lados, y llamadme iluso, pero aquí sonó de corazón. Pasaron los temas y para el bis se reservaron la ya obligatorio "As the Crow Flies" y una colaboración con Johnny Mcuerdo. ¡No podrían haber acabado mejor!
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