El título del artículo puede parecer algo osado, pero déjenme explicarme. Últimamente (no sé porqué) estoy escuchando muchísimo a Slayer, unos de los reyes del thrash metal y banda que hacía bastante que no escuchaba a fondo. De hecho, ni tan si quiera me había dignado a escuchar sus últimos discos en su integridad, sólo temas sueltos. Temas que me recordaban a sus etapas más cañeras y que me agradaban. Pero una vez me paro a escuchar cualquier disco entero de la banda después de "Divine Intervention" (bestial disco) la cosa comienza a torcerse. ¿Quizá intentan demasiado volver a un thrash extremo? Porque realmente lo único que oigo son ritmos popularmente conocidos como "tu-pa tu-pa" y a un señor (Tom Araya) gritando encima, ya que lamentablemente cabe recalcar la influencia del nu metal y el metal moderno en esta banda (sobretodo en "Diabolus in Musica" y "God Hates us All"). No quiero decir que esta fórmula me desagrade, al contrario, me gustan bastante estos temas. Pero, ¿han llegado al extremo en que la mayoría de temas de sus últimos discos se basen en esta base? ¿Dónde están aquellos medios tempos épicos? A ver, hagamos memoria... "South of Heaven", "Seasons in the Abyss", "Blood Red", "213" y muchos más acompañaban a los temas más thrashers en los discos clásicos de la agrupación, pero ahora parecen haber desaparecido.
En raras ocasiones encontramos ahora temas de estos, cojamos por ejemplo el último disco de la banda, "World Painted Blood". Encontramos hasta 8 canciones de un total de 11 de total destrucción. ¿Es necesario? Creo que no necesitan demostrar nada a estas alturas. Si lo que intentan con esto es recuperar el antiguo espíritu del thrash lo están haciendo mal. Porque claro, ahora cojamos un clásico de la banda, si me permitís, mi favorito, "Seasons in the Abyss". 10 temas, casi igual que "World Painted Blood", pero esta vez todo temas distintos entre ellos, tempos variados, ritmos distintos. Y la prueba la podéis hacer vosotros mismos, coged este disco y abrid cada canción por un punto aleatorio, veréis como son mundos distintos. Ahora haced lo propio con el último trabajo de la banda y lo único que encontraréis es un desesperado intento de ser los más rápidos y los más agresivos, algo que no les hace falta a esta enorme banda para seguir reinando.
Para los que creáis que estoy criticando la velocidad en los temas de la banda (ojo que os veo venir), no estoy hablando de eso. Yo mismo adoro temas velocísimos de la agrupación, ya sean "War Ensemble", "Angel of Death", "Hell Awaits" o "Born of Fire". Que quede claro que lo único que critico es el desgaste de una fórmula que por mucho que intenten revivir repitiéndola en 3/4 del álbum sólo deberían usar en la mitad de lo que hacen. Dicen que en la variedad está el gusto, así que quizá deban aplicarse un poco más a la hora de escribir nuevos discos, ya que de los últimos sólo encontramos como excepciones distintivas de la bola que es el resto del disco canciones (muy buenas por cierto) como "Bloodline", "Eyes of the Insane" o "Beauty Through Order". Estoy de acuerdo con que han hecho grandes canciones con la mencionada fórmula esta última década, y así lo verifican "Jihad", "Disciple", "Psychopathy Red" o "Snuff", pero repetirse en exceso cansa. De hecho, creo que se podría hacer un fantástico disco sólo con las mejores canciones desde su declive (cualquier cosa después del "Divine Intervention"). Aún así no quedaría tan variado como los grandes clásicos de la banda, pero aquí está mi selección personal:
01. Cult
02. Bloodline
03. Final Six
04. Disciple
05. World Painted Blood
06. Eyes of the Insane
07. Psychopathy Red
08. Bitter Peace
09. Snuff
10. Jihad
11. Beauty Through Order
Y aún así como podéis comprobar se hace un pelín repetitivo... esperamos que los maestros del thrash Slayer recuperen la cordura pronto y se dediquen a un nuevo, mejor y más variado disco.
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