Cuando un concierto es un miércoles, uno se suele imaginar que la sala no estará muy llena.
Cuando un concierto es de Joe Satriani, uno se suele imaginar que sala estará llena.
Cuando juntas las dos cosas, el segundo factor gana.
Amigos, eso es lo que aprendí el pasado 17 de Noviembre en la visita de la mosca a Barcelona, ley que podríamos añadir a las relaciones fundamentales de la trigonometría y distintos sucedáneos de éstas, inculcados en nuestra mente en la educación obligatoria.
No importa el día, la hora o el lugar. Satch tendrá a sus hordas esperándole fielmente. Y es que cuando uno es uno de los mejores guitarristas de la historia, se puede permitir el lujo de tocar un miércoles en una sala y rebentarla. Porque sí, porque uno se llama Joe Satriani.
Después de este filosófico inciso, volvamos atrás en el tiempo. No, no os voy a redactar los capítulos de "Érase una vez el hombre", si eso ya os dejaré la colección VHS otro día, ya que lo que hoy nos incumbe es el conciertazo del de Westbury el pasado día 17. Llegué a la sala a las 20:50, aproximadamente, y sorprendentemente, Ned Evett y sus Triple Trouble, ya había comenzado a ejercer su tarea de teloneros.
30 minutos de un blues/hard rock supremo, muy buenos, ya que no los conocía. Ned es un gran guitarrista, pero sus compañeros al bajo y batería son unos grandes virtuosos también. Una agradable sorpresa.
A las 21:25 (incluso 5 minutos antes de lo calculado), unas luces azules con el resto de focos apagados caldearon el ambiente ante una sala absolutamente llena. Un servidor ya había cogido su sitio en el lateral izquierdo, cerca del merchandising (destacar que además del de Joe, había varias cosas de Jeff Campitelli, el batería, un gran detalle para sus fans), de ese teatro antiguo en miniatura que es la Sala Apolo, y se preparaba para 2 horas y 15 minutos de la mejor música...
De repente, el memorable riff de Ice 9 salió disparado por los altavoces, al tiempo en que Joe salía al escenario con un ritmo tranquilo y relajado... sin descanso dio paso a la no menos mítica Hordes of Locusts, con ese toque oriental que la hace tan increíblemente buena y su gran actitud sobre el escenario: me atrevería a decir que en todo el concierto no derramó una gota de sudor. Eso es profesionalidad. O estilo, como queráis llamarlo.
Las voces de Flying in a Blue Dream nos advertían de lo que se nos venía encima... 6 minutos celestiales, volando en ese sueño azul que Satch describía a la perfección con sus notas. Al acabar se cambió su guitarra roja (la promocional del nuevo disco) por una blanca y por fin se dirigió al público, explicándonos que el siguiente tema era el primero de la noche del disco nuevo, y que iban a tocar canciones de todas las épocas.
Dicho y hecho, Light Years Away sonó como un trueno, ya que sin duda el último trabajo del mago de la guitarra es una obra maestra.
Y de su trabajo más reciente nos fuimos a desempolvar el viejo Memories de su "Not of this Earth" del 1986, otra vez con reminiscencias orientales y un toque suave que hizo las delicias del público. Personalmente creo que aquí Satch se merece un punto por sacar del baúl de los recuerdos un temazo en cada gira de disco nuevo que hace. Una gran idea.
El set prosiguió con majestuosidad intercalando clasicazos como War o Satch Boogie con temas nuevos como Premonition o Pyrrhic Victoria. Mención a parte esta última, fue un gran acierto por parte de los técnicos de sonido subir el volumen del teclado en el "estribillo" (si se le peude llamar así), ya que probablemente sea igual o más importante que la melodía de la guitarra.
Tras esta sesión intensa de temazos, Mike Keneally nos deleitó con un solo de teclado de un minuto aproximadamente para dejar que Joe arrancase con el riff implacable de Crystal Planet: uno de los mejores temas de la noche impecablemente interpretado. Porque me gustaría remarcar lo increíble que es Satch encima de un escenario: nunca pierde una nota. Y cuando digo ninguna es ninguna. Los temas transcurrieron y los solos y riffs fueron calcados a los del estudio, con sus típicas improvisaciones para mejorar la cosa si cabe: otra muestra de una profesionalidad impecable.
The Mystical Potato Head Groove Thing arrancaba de nuevo nuestros viejos recuerdos del "Surfing With the Alien", probablemente uno de los mejores discos instrumentales de la historia... Con Keneally tocando los cowbells que tenía sobre su teclado y Satriani mostrando su técnica con firma propia que consiste en hacer mute de las cuerdas con la mano derecha en la parte alta del mástil mientras la izquierda realiza un tapping a gran velocidad (como se muestra más abajo), la banda nos dejó entusiasmados. Al acabar el tema, Joe nos comentó que el extraño nombre de la canción surgió en una conversación de teléfono, pero más raro era cómo escribió el que iba a ser el siguiente tema: lo escribió dormido. Evidentemente, hablaba de Dream Song, baladita de su último disco preciosa. Le siguió otra del su nuevo trabajo: God is Crying, que tiene un riff apabullante y que comenzó con una pequeña improvisación de la banda.
Todos sabíamos lo que Joe nos tenía preparado cuando sacó sus dos guitarras españolas, una para él y la otra para Galen Henson, su rítmica. Andalusia es seguramente el mejor tema que haya escrito desde 1992, y aconsejo a los puretas del virtuoso que no suelen gustar de su material más reciente que escuchen su interpretación en directo (en estudio también es genial, pero en vivo gana muchos enteros). Satriani sacó su vena más flamenca en este tema y puede que también la más virtuosa y emotiva con el cambio de española a eléctrica al poco para soltarse el pelo completamente con una buena parte del público acompañándole con las palmas de fondo. Los pelos de punta es poco. Sin duda este tema vale oro.
Del flamenco al blues de bajos tempos nos fuimos con Littleworth Lane, y la memorable Why nos trajo recuerdos de su genial "The Extremist" de 1992.
Y seguimos con temas del último disco, esta vez era el turno de Wind in the Trees, una baladita de casi 8 minutos de gran calibre. Temazo para cerrar los ojos y automáticamente teletransportarse bajo esos árboles, con el viento aullando entre ellos... Curioso el momento del solo de teclado (increíble por cierto), en el cual Joe se quitó su guitarra y se fue a sentarse al lado de Mike para tener el mejor sitio para verlo. Y no extraña, porque si yo hubiese podido también lo hubiese hecho, ¡qué teclista! Para seguir con las baladas, Joe nos deleitó con la inmortal Always With Me, Always With You, que hizo que se nos pusiese la piel de gallina con esos punteos celestiales.
De las baladitas atmosféricas nos fuimos a un blues salvaje de tejas (del bueno), claro que sí, estoy hablando de Big Bad Moon, el único tema con vocales de la noche que hizo al público botar como nunca. Grande el trabajo de Joe haciéndose su propio acompañamiento mientras cantaba y grande también su estilo para toca la armónica.
Tras una espera no muy prolongada, la banda volvía a salir al escenario, pero sólo Satch y Jeff llevaban sus instrumentos, por lo cual ya sabías lo que tocaba... Crowd Chant es una de las mejores ideas de Satch en mucho tiempo (en Super Colossal del 2006), ya que hace que sólamente hayan dos protagonistas: el público y él. Os recomiendo que veáis algún vídeo de este tema en directo, no tiene desperdicio...
Y para enlazar con este dueto entre respetable y artista, Joe siguió el juego con los armónicos de Summer Song, la cual serviría para ponerle el broche final a una noche mágica e inolvidable.
Bueno, bueno... creo que ahora todos comprendéis mi nueva ley formulada al principio de la crónica, ¡y si no la entendéis todavía, más vale que vayáis a ver a la mosca pronto!
De las baladitas atmosféricas nos fuimos a un blues salvaje de tejas (del bueno), claro que sí, estoy hablando de Big Bad Moon, el único tema con vocales de la noche que hizo al público botar como nunca. Grande el trabajo de Joe haciéndose su propio acompañamiento mientras cantaba y grande también su estilo para toca la armónica.
Tras una espera no muy prolongada, la banda volvía a salir al escenario, pero sólo Satch y Jeff llevaban sus instrumentos, por lo cual ya sabías lo que tocaba... Crowd Chant es una de las mejores ideas de Satch en mucho tiempo (en Super Colossal del 2006), ya que hace que sólamente hayan dos protagonistas: el público y él. Os recomiendo que veáis algún vídeo de este tema en directo, no tiene desperdicio...
Y para enlazar con este dueto entre respetable y artista, Joe siguió el juego con los armónicos de Summer Song, la cual serviría para ponerle el broche final a una noche mágica e inolvidable.
Bueno, bueno... creo que ahora todos comprendéis mi nueva ley formulada al principio de la crónica, ¡y si no la entendéis todavía, más vale que vayáis a ver a la mosca pronto!
Setlist:
01. Ice 9
02. Hordes of Locusts
03. Flying in a Blue Dream
04. Light Years Away
05. Memories
06. War
07. Premonition
08. Satch Boogie
09. Revelation
10. Pyrrhic Victoria
11. Keyboard Solo
12. Crystal Planet
13. The Mystical Potato Head Groove Thing
14. Dream Song
15. God Is Crying
16. Andalusia
17. Littleworth Lane
18. Why
19. Wind in the Trees
20. Always With You, Always With Me
21. Big Bad Moon
22. Crowd Chant
23. Summer Song
Y un par de vídeos grabados por mí para que se os caiga la baba...
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